Semana 1 de Embarazo

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Durante esta semana, seguramente te preguntarás: ¿Estoy embarazada? . Lo más probable es que te sientas muy nerviosa y desees comprobarlo cuanto antes.

Las primeras 4 semanas marcan el inicio del embarazo y son de una importancia vital: comienza el proceso de implantación.

Tu médico calculará desde cuándo estas embarazada partiendo del primer día de tu último periodo menstrual, de esta forma, podrá darte una fecha aproximada de parto.

Por lo general, el embarazo dura unos 280 días o 40 semanas. Los bebés que nacen antes de la semana 37 son llamados prematuros y los que nacen después de la semana 42 son llamados postérmino o posmaduro

Sabías que…?

El nacimiento prematuro ocurre entre el 6-12% de los nacimientos en la mayoría de los países y además, los bebés prematuros, tienen un alto riesgo de muerte en sus primeros años de vida.

Cambios en la Mamá (semana 1)

Como se dice habitualmente, cada embarazo es único y diferente a cualquier otro. Es por eso que al principio hablábamos de cambios reales y de cambios probables. Los cambios reales son -por supuesto- todos los relacionados a la evolución del embrión, es decir, de tu pequeño bebé.

También son los relacionados con tu cuerpo, en el sentido de que te encontrarás en plena revolución hormonal destinada a proporcionarle al útero la riqueza necesaria para albergar y nutrir a tu hijito.

Y luego, como te decíamos, puedes llegar a experimentar alguno de estos cambios probables:

• Mareos
• Náuseas
• Vómitos
• Cansancio
• Alta sensibilidad olfativa
• Sensación de presión en la pelvis
• Antojos
• Aumento de los pechos
• Deseos de orinar más seguido
• Inestabilidad emocional

Debes vivir estos cambios como algo natural y en la medida en que se vayan dando. Trata de no mantenerte por demás atenta, tampoco preocupada; no es ni bueno ni agradable el encontrarte excesivamente ansiosa.

Recuerda: Es totalmente normal tanto que experimentes estas alteraciones como que ni siquiera te des cuenta ellas (o parte de ellas).

Cambios en el Bebé (semana 1)

En la primera semana de embarazo -es más, apenas veinticuatro horas después de que ha sido fecundado- el óvulo comienza a dividirse hasta transformarse en un manojo de células en forma de bola denominada blastocito.

En tres días, este manojo de vida habrá anidado en el útero. Al cabo de cinco días, el blastocito se habrá separado en dos grupos; uno de ellos, el exterior, formará la placenta y el otro, el interno, es ni más ni menos que el poderoso conjunto de células madre que constituye el embrión.

Si estás pensando en ser mamá, está es la semana clave para hacerlo. Es el momento, tras el fin de tu ciclo menstrual, de que se produzca la fecundación.

Para conseguir que suceda, deberás aprender a conocer tu periodo de máxima fertilidad, el periodo de ovulación.

Cambios en la Mamá (semana 2)

¿Cómo aprender a reconocer la ovulación?

Existen dos métodos para conocer tu periodo de ovulación. Métodos que podrás realizar tú sola en casa simplemente aprendiendo a escuchar a tu propio cuerpo.

El primero sería aprender a controlar tu temperatura basal. Es la temperatura de tu cuerpo tomada bajo la lengua, cada día, preferiblemente por las mañanas, y sin haber realizado ningún movimiento. Cuando ovulamos esta temperatura aumenta unas décimas.

El segundo, controlar tu mucosa cervical. Tras un periodo seco, sobre el día 10 de tu ciclo, tus secreciones se volverán más húmedas y pegajosas. Será sobre el día 14 del ciclo, día de la ovulación, cuando se vuelvan líquidas, más claras y tomen una consistencia más elástica, algo que muchas mujeres denominan “clara de huevo”. Este es el momento clave para la fecundación.

Recuerda: Tanto los cinco días anteriores como hasta las 48 horas posteriores son claves y forman parte de tu etapa fértil debido a que los espermatozoides pueden vivir en la vagina hasta cinco días. Como ves, se trata de hacer coincidir la vida del óvulo con la del espermatozoide… a partir de ahí, comienza todo.

Cambios en el Bebé (semana 2)

El principio de la vida

Hacia el final de esta semana es el momento de ponerse al trabajo, olvidar la ansiedad, las tensiones y disfrutar, sobre todo disfrutar, con tu pareja. Uno de tus óvulos ha alcanzado su edad madura y, tras desprenderse del folículo, ha comenzado su recorrido hacia el útero. Su primera parada, la trompa de Falopio.

A su vez, los cerca de 300 millones de espermatozoides que ha expulsado tu pareja empiezan su recorrido hasta la trompa de Falopio. Sólo 3 millones conseguirán llegar al útero.

Pasarán cientos de trampas “mortales”: nadarán lo que se podría considerar kilómetros para ellos, el ácido de tu vagina matará a muchos, otros quedarán atrapados en el cuello del útero, los que elijan el camino hacia el ovario que no ovuló tendrán la partida perdida de antemano…

Es la ley del más fuerte, en su lucha sólo sobrevivirán menos de 500. De ellos, sólo uno conseguirá atravesar la membrana de tu óvulo y fecundarlo. ¡Un último trabajo que dura hasta 20 minutos!

Aunque tú no lo sepas… comienza tu embarazo… acabas de crear una vida, la de tu próximo hijo.

Todo comienza en esta semana.

Tu óvulo ya ha sido fertilizado por el espermatozoide en las Trompas de Falopio y ahora comienza su camino hasta el útero donde se implantará definitivamente.

Pero antes, muchos cambios sucederán sin que te des cuenta.

Cambios en la Mamá (semana 3)

Por el momento tus cambios hormonales ya han detenido de forma natural tu ciclo menstrual y el óvulo fecundado pasa a denominarse cigoto.

Tan sólo 30 horas después de ser fecundado sufre su primera división celular. El cigoto formado ahora por 16 células pasará a denominarse mórula, será la que se desplace hasta el útero. Tres días después entra en el mismo, formado ya por más de 50 células y convertido en una pelota llamado blastocisto.

Este blastocisto estará formado por dos capas, una externa, que se convertirá en la placenta, y otra interna que será el futuro embrión.

Será 72 horas después de llegar al útero cuando el blastocisto se implante en el útero.

Tiene lugar el proceso de implantación

Al cabo de unos siete días de la fecundación, la capa externa del blastocisto se dividirá en dos. Mientras la capa interior continúa su evolución para convertirse en la placenta y el saco amniótico, las células que forman la capa exterior erosionarán la superficie de la membrana del útero y secretarán hormonas. Éstas enviarán un mensaje al cuerpo para estimular al útero a que deje que se produzca la implantación y se convierta en soporte del embarazo, en lugar de que desprenda su membrana como ocurre cuando no se está fecundada y viene la menstruación.

Sabías que…?
Muchas mujeres tienen durante este proceso una pequeña hemorragia denominada sangrado de implantación. No tienes que preocuparte por ello, en todo caso es un síntoma de que toda esta fase ha sido un éxito. Reconocerás este pequeño sangrado porque es más breve que el de una regla y es de color rosado o marrón claro, además de ser indoloro.

Esta es la semana de la espera y sobre todo, de mucha paciencia.

Aunque en estos momentos puede que ya estés embarazada, la hormona del embarazo, la GCH, puede que no tenga los suficientes niveles para que un test de orina los reconozca.

Así que mejor, esperar unos días más para no llevarnos falsas desilusiones. Al fin y al cabo, piensa que si tu ciclo es regular y de 28 días, incluso al final de la semana podrás realizarte ya la prueba de embarazo.

Cambios en la Mamá (semana 4)

Algunas mujeres en esta semana ya empiezan a sentir los primeros síntomas de embarazo. Notarás más esta semana síntomas como pechos más sensibles o hinchados, pezones oscurecidos, cansancio extremo, o hinchazón y dolores en la zona del útero.

Como podrás comprobar muchos de ellos son similares al síndrome premenstrual, por lo que no nos aclaran mucho nuestras dudas. Será generalmente más adelante cuando empieces a sentir las náuseas, vómitos, mareos o aversión a ciertos olores.

Así que trata de no obsesionarte buscando síntomas, ya que una puede desear tanto estar embarazada que provoque una autosugestión y cree síntomas donde no los hay.

Cambios en el Bebé (semana 4)

Desde la implantación del óvulo en el útero, tu bebé no ha dejado de desarrollarse. En esta etapa es aún un blastocito y mide tan sólo 0´5 mm. Aunque ahora no notes nada, sus células se están dividiendo y multiplicando continuamente. En estos momentos ya está formado por cerca de 150.

Por el momento los mayores cambios se están produciendo en busca de crear un entorno sano para el bebé. Así, el cordón umbilical es tan sólo un simple tallo que une al embrión con la futura placenta, y el líquido amniótico está empezando a aumentar en el lugar que se convertirá en el saco amniótico, el lugar que protegerá a tu bebé durante todo el embarazo.

A o largo de esta semana comenzarán a formarse las vellosidades coriónicas. Serán las encargadas, tras conectarse con tus vasos sanguíneos, de dar todos los nutrientes y oxígeno a tu bebé.

¿Notas algo diferente en tu cuerpo? Esta semana será crucial para ti… es el momento de saber si vas a ser mamá o no.

Quizás tienes un ligero retraso de tu menstruación, te notas más cansada, irritable, tienes dolor de pechos…

Notas síntomas que en muchos aspectos podrían ser similares al síndrome premenstrual. No lo dudes, ha llegado la hora de hacerse un test de embarazo.

Cambios en la Mamá (semana 5)

En estos momentos muchos de los test ya detectan con gran precisión la hormona GCH (gonadotrofina coriónica humana), producida por el cuerpo sólo en el caso de que estés embarazada.

Las pruebas sólo dan positivo cuando hay un determinado nivel de hormona en el cuerpo, así que si no consigues en un primer instante el tan ansiado positivo no desesperes, hazte otra prueba pasados 2 o 3 días.

En el caso de que estés embarazada no notarás nada distinto en tu cuerpo. Los grandes cambios se están produciendo en tu interior. Lo que si empezarás a notar esta semana, más claramente, serán los primeros síntomas de embarazo.

Las hormonas del embarazo ya han empezado a trabajar y en estos momentos es posible que ya sientas naúseas, ganas de orinar muy frecuentemente, o un cansancio extremo. Así que ahora toca descansar siempre que el cuerpo te lo pida, aumentar el número de visitas al baño, y para las náuseas te recomendamos que hagas comidas ligeras y más frecuentes.

Cambios en el Bebé (semana 5)

En esta semana tu bebé es del mismo tamaño que el de una pepita de manzana, mide exactamente 2´5 mm y tiene una apariencia parecida a la de un renacuajo.

De momento, es el saco gestacional el que está aportando los nutrientes necesarios a tu bebé hasta que esté formada totalmente la placenta.

Sus órganos principales están empezando a formarse, el corazón, los riñones, el hígado y el estómago, así como los sistemas nervioso, circulatorio y digestivo.

Esta es la semana en la que generalmente las mujeres empiezan a notar los síntomas del embarazo.

Como ya comentamos en semanas anteriores, algunas ya han comenzado a sentirlos incluso antes de saber que estaban embarazadas; otras, sin embargo, aún no han notado ningún cambio.

No te asustes si formas parte de estas últimas, que no los sientas no significa que algo malo esté sucediendo. Al revés, aprovecha y disfruta de tu embarazo sin síntomas, nunca estarás más radiante.

Cambios en la Mamá (semana 6)

El primer cambio más visible se dará en tus pechos. Seguramente ya habrás notado un notable aumento de las mamas y estarán más pesados, tensos y sensibles.

Los pezones, también cambian. Es posible que se hayan vuelto más oscuros y hormigueen debido al aumento de sangre en la zona. Para aliviar el dolor, usa un sujetador prenatal, intenta no dormir boca abajo y échate en la zona crema de camomila o aloe vera.

Cambios en el Bebé (semana 6)

En la semana 6 tu bebé tiene el tamaño de un guisante, mide aproximadamente 4 mm de la coronilla a las nalgas.

El saco gestacional sigue proporcionando en esta etapa la mayor parte de los nutrientes que tu pequeño necesita.

En este momento tu bebé no tiene aún aspecto humano. Tiene una protuberancia parecida a una cola curvada y se pueden empezar a visualizar sus ojos y unos pequeños bultos que se convertirán en sus futuros brazos y piernas.

Esta semana es muy importante porque el embrión pasa por fases muy críticas del desarrollo. Por una lado comienza a desarrollarse el tubo neural del embrión, el precursor de su cerebro y médula espinal. De aquí la importancia de que comiences a tomar ácido fólico cuanto antes. Esta vitamina evita los defectos de nacimiento del tubo neural, como la espina bífida.

Por otro lado, al final de la sexta semana de embarazo el corazón de tu bebé está desarrollándose velozmente y, lo más importante, dando sus primeros latidos y bombeando sangre. Se trata de un sistema circulatorio primitivo, pero a partir de este momento ya pueden empezar a desarrollarse los ojos, las orejas, la nariz, las mejillas y la barbilla.

¿Sigues buscando algún indicio de barriguita? Ya queda menos, pero no desesperes, que no lo notes no significa que no se están produciendo cambios importantísimos en el desarrollo de tu bebé.

De todos modos, si no eres madre primeriza podrías empezar ya a notar tu embarazo entre la semana 8 y la 10.

Cambios en la Mamá (semana 7)

A medida que este avance puede que ya empieces a notar otros síntomas del embarazo como las ganas frecuentes de orinar. No es preocupante si no tienes dolores o escozor al orinar. Si es así, debes visitar a tu médico y no automedicarte.

Sobre este síntoma, es muy importante que desde esta semana aprendas a fortalecer los músculos de la base de la pelvis, porque tanto durante el embarazo como después del parto es muy frecuente sufrir de incontinencia urinaria.

Estos músculos aguantan la vejiga, el útero y los intestinos y la mejor forma de reforzarlos es a través de los ejercicios de Kegel. A grandes rasgos consiste en concentrarte y contraer los músculos de la zona de la pelvis durante cinco segundos y relajar. Debes repetir la serie hasta al menos 10 veces al día. Si tienes dudas sobre cómo identificar los músculos, imagina que intentas aguantar el chorro de orina, esa musculatura es la que deberás trabajar.

Por otro lado es muy probables que ya hayas empezado a sentir mareos, sobre todo al levantarte. Para combatirlo trata de levantarte poco a poco y por fases: de acostada a sentada y de ahí ya te puedes poner de pie. Estos mareos también pueden deberse a falta de azúcar, trata de seguir una dieta rica y variada y que contenga todos los nutrientes necesarios durante el embarazo.

Cambios en el Bebé (semana 7)

Tu bebé esta semana mide 8 mm y comienza una semana de grandes cambios para él. El continuo desarrollo del cerebro ha provocado que la cabeza coja un tamaño considerable con respecto al cuerpo. Ahora ya tiene una frente prominente y unos pequeños agujeros como fosas nasales.

El saco gestacional sigue empequeñeciéndose pero aún sigue aportando a tu pequeño todos los nutrientes hasta que la placenta acabe de desarrollarse.

A medida que tu bebé desarrolla los brazos y las piernas comienzan a formarse también las articulaciones, aunque hasta ahora son unos pequeños primordios donde aún no se reconocen las formas.

En cuanto a los órganos principales, se están desarrollando a gran velocidad, esta semana le toca el turno a los pulmones y al intestino, se están poniendo sus cimientos. A su vez, el hígado ya empieza a producir glóbulos.

Es esta semana cuando tu útero empieza a crecer. No te desesperes si aún no notas nada, es normal

De momento los grandes cambios físicos se están produciendo en tu pequeño, por lo que debes cuidarte mucho.

Cambios en la Mamá (semana 8)

Ahora que ya has asentado la noticia, puede que tengas sentimientos contradictorios. Puedes sentirte feliz, excitada, llorosa o incluso preocupada por momentos.

Éstas son sensaciones normales en casi todas las mujeres que van a ser madres, y uno de los principales síntomas del embarazo, los cambios bruscos de humor. Y es que las hormonas están revolucionadas, todo ello unido a que tu vida va a cambiar considerablemente.

Ten paciencia y aprende a ir disfrutando de tu embarazo día a día.

Recuerda: Contarle a tu pareja tus sentimientos te ayudará a sobrellevar la contradicción que sientes en tu interior, te relajará y te hará ver que son sensaciones normales, seguramente él también las esté pasando.

Cambios en el Bebé (semana 8)

13 mm., esto es lo que mide tu bebé esta semana, el tamaño de una frambuesa más o menos.

De momento la cabeza continúa siendo muy grande en comparación con el resto del cuerpo, y los cambios más importantes en esta zona continúan. Sus ojos están creciendo y se están oscureciendo con pigmento. Los párpados han empezado a aparecer y aún tienen que llegar a unirse. Y sus orejas, también han comenzado a salir, aunque por el momento son pequeños bultos que formarán en un futuro el oído externo.

Este es un momento importante para el crecimiento de tu pequeño, el cerebro que hasta ahora era hueco, empieza a retorcerse para formar cinco áreas distintas, estructuras primarias que controlarán en un futuro todas las acciones básicas de tu bebé.

Su corazón late a unos 160 latidos por minuto y ya están estabilizados todos los vasos sanguíneos principales. La placenta comienza a tomar control sobre el saco gestacional a la hora de nutrir al embrión, por lo que éste continúa encogiéndose cada vez más.

En la semana 8 del embarazo la columna se está poniendo recta, los codos son visibles y los dedos de pies y manos empiezan a formarse aunque aún manteniéndose unidos, como si estuviesen palmeados.

Lo más probable es que aún no se te note el embarazo.

De momento lo más notable hasta ahora son los síntomas de embarazo, a los que se une uno nuevo… mayores molestias en la zona del útero.

No te preocupes, esto es debido a que éste sigue creciendo a medida que tu bebé se va desarrollando, y a partir de ahora empezará a inclinarse hacia fuera.

Cambios en la Mamá (semana 9)

Esta semana podrías empezar a sentir otros síntomas normales del embarazo como mayor ardor estomacal, gases, una venas azules en el pecho y barriga, mayor cantidad de flujo, más ganas de orinar o dolores de cabeza.

¿Has empezado a tener antojos? Muchos médicos aseguran que se trata de un mecanismo de protección, ya que a través de ellos el cuerpo te está pidiendo lo necesita. Por ello no dudes en satisfacer todos y cada uno de ellos, sin abusar, eso sí, de lo alimentos que no sean sanos para el embarazo.

También esta es una semana delicada para las náuseas, puedes comenzar a sentirlas ahora, o si ya lo hiciste, que la situación empeore. Piensa que son temporales y trata de seguir una dieta adecuada para hacer que éstas desaparezcan.

Cambios en el Bebé (semana 9)

A las nueve semanas tu bebé es aún muy pequeño, mide 18 mm. desde la coronilla hasta las nalgas. Incluso la placenta es mucho más grande que él. Pero, a pesar de su tamaño, esta es una etapa en la que tu pequeño sigue desarrollándose a grandes pasos.

Su cabeza aún sigue inclinada sobre su pecho y sus facciones continúan formándose. Será ahora cuando los párpados se unan, y los ojos, que hasta ahora estaban situados a los lados, empiecen a desplazarse hasta el frente. Sus labios ya están formados, y su oído externo ha empezado a hacerlo.

Esta semana será la última en la que tu pequeño reciba los nutrientes desde el saco gestacional, a partir de la semana que viene esta función la hará la placenta.

Si pudieses verlo, apreciarías que cada vez se vuelve más humano, las vértebras y las costillas ya están formadas y los dedos de sus manos se distinguen con nitidez de manera individual, aunque aún no están del todo separados. Los dedos de los pies aún no están tan formados.

Por otro lado, ya han empezado a desarrollarse todos los órganos principales del sistema digestivo y los huesos, que no dejarán de crecer hasta la adolescencia. Esto último provoca que tu bebé ya pueda mover los codos.

Entramos en la semana 10 y tienes que seguir cuidando tu peso.

Hasta ahora es posible que debido a las naúseas no hayas engordado mucho, incluso algunas mujeres adelgazan.

Recuerda: Lo recomendado es aumentar durante este primer trimestre de embarazo entre 1 y 2´5 kg.

Cambios en la Mamá (semana 10)

Seguramente donde más estés apreciando este aumento de peso sea en la talla de tus sujetadores. Aunque en el primer trimestre la madre no nota grandes cambios en su cuerpo, esta semana ya verás que tus pezones están más oscurecidos y erectos, y que tus pechos han aumentado.

Aprovecha, y no dudes en irte de compras si es así, ¡necesitas sujetadores más grandes!

Recuerda: Se recomiendan durante el embarazo sujetadores con aros y que estos deben tener amplias tiras de sujeción.

Mientras, interiormente, tu útero sigue ampliándose y elevándose para hacer sitio a tu bebé. Esto puede hacer que notes una mayor hinchazón en esa zona, aunque de momento tmabién puede ser debido a los gases. Para mejorar esta sensación realiza varias comidas al día pero más ligeras, tendrás mejores digestiones y la sensación de hinchazón mejorará.

Cambios en el Bebé (semana 10)

Tu bebé entra en la última semana como embrión. Una semana de vital importancia, su primera casa, el saco gestacional, ya no es necesaria, la placenta está totalmente formada y será a partir de ahora el soporte vital de tu bebé. A través de ella tu bebé tendrá todos los nutrientes necesarios.

El tamaño de tu pequeño en la semana 10 de embarazo es similar a una ciruela pasa, mide aproximadamente 3 cm.y pesa casi 5 gr.

Este es el final de su segundo mes y sus órganos principales, aunque aún no funcionan, están ya formados del todo. Será a partir de ahora cuando empiece a crecer y a aumentar de tamaño con rapidez.

Los dedos de sus pies y sus manos también están completamente formados y separados y sus uñas siguen creciendo. Los rasgos faciales ya empiezan a notarse, su nariz ya tiene una forma definida, y los labios y boca están casi formados.

Lo mejor, tu bebé ya puede cerrar los puños e incluso chuparse el dedo…¿Lo imaginas?

En esta semana es posible, si no ha ocurrido antes, que empieces a sentir pequeñas molestias en la zona de la pelvis.

Esto es debido a que el útero sigue creciendo y sus músculos y ligamentos se están estirando para hacer sitio a tu bebé.

Cambios en la Mamá (semana 11)

Entre la semana 11 y 14 de tu embarazo ha llegado el momento de ocuparse de temas más prácticos, como el primer control prenatal. Ve haciendo memoria de todos tus cambios, repasa tu historial médico así como el de tu familia y la de tu pareja.

Además de tener que informar al médico sobre estas cuestiones, te harán ultrasonidos, control de peso y presión arterial, y exámenes de orina y sanguíneos. Además del screening combinado, la prueba que analiza las probabilidades de tu bebé de tener síndrome de Down.

Cambios en el Bebé (semana 11)

Tu pequeñín, esta semana pasa a denominarse feto, y sus rasgos son ya inconfundiblemente humanos. Pesa cerca de 7 gramos y mide 4´1 cm. desde la coronilla a las nalgas (tiene el tamaño aproximado de una lima).

Aunque tú no lo notes, tu bebé ya empieza a estar muy activo. Está como pez en el agua moviendo las piernas y saltando y rebotando en las paredes de tu útero. Además, al haberse estirado su cuello totalmente, también puede cabecear y mover la cabeza hacia los lados.

¡Pronto podrás saber si es niño o niña! Durante la semana 11 del embarazo comienzan a formarse los órganos sexuales. También los que permitirán a tu bebé oír, ver o paladear.

De momento sus ojos están formados por un cristalino y una retina primitivos, y sus párpados aún continúan sellados, y lo seguirán estando hasta la semana 26. Sus orejas han empezado a desplazarse hacia su posición final, y han empezado a aparecer papilas gustativas en la lengua.

¡Lo has conseguido! Entramos en la última semana del primer trimestre de tu embarazo.

Prepárate porque ha llegado el momento más emocionante de este periodo… el primer escáner de tu bebé.

Nada puede describir la emoción de verlo por primera vez, incluso este puede ser el momento en que tu pareja vea el embarazo como algo más real, ya que hasta este momento no era algo visible para él.

Pero además de sacar la primera foto de tu hijo, el médico podrá detectar en este primer escáner el latido de tu bebé, además de hacerle las primeras mediciones, algo que servirá para fechar con más exactitud el día probable del parto.

Cambios en la Mamá (semana 12)

Tu cuerpo continúa sus cambios para acoger a tu pequeño. En esta semana el útero comienza a elevarse, saliendo de la cavidad pélvica, y expandiéndose hacia el abdomen.

Es posible que a partir de ahora empieces a notar distintos problemas en la piel, de ahí la importancia de su cuidado e hidratación diarios. Entre otros, podrías empezar a tener problemas de acné debido a los altos niveles de progesterona existentes durante el embarazo.

Trata de mantener la piel limpia, no uses toallitas, y trata de usar cremas libres de aceites. Comprueba siempre que sean productos que puedas usar durante el embarazo.

Cambios en el Bebé (semana 12)

Cambias tú y cambia tu bebé. Esta semana ya ha alcanzado los 5 centímetros, su medición aún se continúa haciendo en esta etapa desde la coronilla a las nalgas. Aunque en el escáner te parezca enorme por el aumento, en realidad, para que te hagas una idea, tiene tan sólo el tamaño de una ciruela y pesa 14 gramos.

Es pequeño, pero su miembros ya están muy desarrollados. Ahora que ya lo has visto por primera vez habrás podido comprobar por ti misma que su cabeza está más redondeada, sus dedos están completamente separados y que no para de patalear y agitar sus brazos aunque tú aún no puedas notarlo.

Sus orejas ya casi están colocadas en su posición final y su boca se abre y se cierra, por lo que tu bebé ya comienza a tragar líquido amniótico y bostezar.

En la semana 12 de embarazo la cavidad abdominal ya es lo suficientemente grande, los intestinos empiezan a posicionarse en esta zona y el cordón umbilical está totalmente desarrollado.

Enhorabuena, acabas de entrar en el segundo trimestre del embarazo.

A partir de ahora se acabaron la fatiga, las ganas de orinar a menudo o las náuseas… incluso empezarás a notar cómo tu apetito empieza a volver.

Por algo a esta etapa de la gestación se la denomina “Luna de miel del embarazo”.

Cambios en la Mamá (semana 13)

Dejarás de sentir los primeros síntomas para dar paso a muchos nuevos. Pronto empezarás a ver cómo tu barriga va creciendo y lo más bonito, ¡cómo se mueve el bebé!

Los cambios en tu cuerpo están provocando que muchas veces sientas que pierdes el aliento, esto es debido a que tus pulmones y el corazón están haciendo un doble trabajo para suministrar el oxígeno que tu cuerpo necesita, un 20% más.

Durante esta etapa podrías empezar a sentir, si no lo has hecho antes, pequeñas punzadas en el útero. Esto es debido a que los ligamentos de la pelvis se están estirando a medida que el útero se expande.

Continúa con los cuidados de tu piel, el nevo arácneo podría hacer su aparición durante este periodo. Son unas pequeñas venas rojas que podrán aparecer en cualquier parte de tu cuerpo por culpa del aumento del riego sanguíneo.

Recuerda: Evita estar mucho rato sentada o de pie y haz ejercicio regularmente para evitar su aparición. Muchos expertos también aconsejan, para reducir este tipo de problema, el aumento de Vitamina C en tu alimentación.

Cambios en el Bebé (semana 13)

Esta semana tu bebé mide aproximadamente 5´4 centímetros de la coronilla a las nalgas, tiene el tamaño de un melocotón y pesa de media unos 23 gramos.

Tu pequeño puede estirar ya completamente los brazos y las piernas, y empezar a ejercer un mayor control muscular, por lo que ahora necesita moverse con mayor libertad. Esta situación hace que el saco amniótico siga creciendo según sus necesidades y el líquido amniótico le proteja de los movimientos bruscos o golpes.

Su corazón late entre 120 a 160 pulsaciones por minuto, los dedos de sus pies ya se han separado totalmente y su piel parece muy delicada, ya que tu bebé no tiene aún grasa.

Su cerebro sigue desarrollándose rápidamente, es a partir de esta semana cuando empezarán a conectarse los dos hemisferios.

Por fin ha vuelto tu energía, y lo que es más importante, ¡tu cordura! A esto se une que las probabilidades de sufrir un aborto espontáneo son ínfimas.

Tenlo claro, esta es la hora de disfrutar de tu embarazo.

Cambios en la Mamá (semana 14)

La sensibilidad que has notado hasta ahora en tus pechos desaparecerá a lo largo de estas semanas, y aunque no puedas apreciar aún tu barriga, si que verás tu cintura más ensanchada.

Incluso si te palpas en el abdomen podrás notar ya esta semana la parte superior del útero. No te desesperes, este es el momento en el que muchas embarazadas se ven simplemente gordas, piensa que en nada, tu barriguita hará su aparición, sobre todo si no eres primeriza.

Cambios en el Bebé (semana 14)

Tu bebé ya pesa esta semana 43 gramos y mide 6´1 centímetros, más o menos el tamaño de un limón.

Es en esta fase cuando empiezan a aparecer los primeros cabellos de tu pequeño, tanto en la cabeza como en las cejas. Sus rasgos faciales ya está más definidos, y sus ojos y orejas están ya en su posición final, aunque aún no puede oír.

Como dato curioso de esta semana destacamos que tu bebé ya ha empezado a orinar. Son cantidades pequeñas del líquido amniótico que traga y que filtra en los riñones. Más o menos su vejiga se llena cada media hora.

El cerebro y la columna ya tienen casi todas sus partes formadas, pero, aún así, se trata de una fase inicial, será ahora cuando comience a desarrollarse más activamente.

Lo importante, que tu bebé continúa creciendo, sano y feliz en tu barriga, y duplicará su tamaño en tan sólo tres semanas.

¿Te encuentras últimamente mas resplandeciente? Las hormonas del embarazo están trabajando a pleno rendimiento provocando que tu piel y tu cabello estén mejor que nunca. Seguramente habrás oído hablar del “brillo del embarazo”, tu piel resplandece debido al estrógeno, a que hay un mayor riego de sangre a la piel, y a que verdaderamente las glándulas están secretando más aceite a ésta.

Cambios en la Mamá (semana 15)

Tu cabello también ha cambiado. Comienza a aumentar de volumen, crece más rápido y está más brillante. Disfrútalo, seguro que nunca has estado más guapa, y, sobre todo, porque algunos síntomas pasarán tras el embarazo. Tras dar a luz es normal que se te caiga más cabello del normal, será todo ese pelo que ha crecido durante estos nueve meses.

Son de las primeras cosas que empezarás a notar del segundo trimestre, ya que la barriguita puede que haya decidido no hacer su gran aparición aún. Puedes sentirte un poco extraña por ello, pero no te preocupes, es el periodo de transición entre los síntomas del primer trimestre y la visibilidad de tu embarazo, no durará mucho.

Cambios en el Bebé (semana 15)

Llegados a la semana 15 tu bebé tiene el tamaño de una naranja, mide aproximadamente 10 centímetros desde la coronilla a las nalgas y pesa 70 gramos.

En estos momentos ya está perfectamente formado por fuera. Tu bebé ya tiene formados los oídos y poco a poco empieza a desarrollar el sentido del oído. Podrá escuchar tu voz y más adelante la de su padre. Hablarle, cantarle, él os podrá oír, tanto, que incluso antes del parto ya podrá reconocer tu voz y, cuando nazca, también la del padre.

Sabías que? …Durante esta semana es cuando tu hijo empezará a chuparse el dedo por primera vez.

Por otro lado continúan los grandes cambios internos en el crecimiento de tu hijo, sus riñones están empezando a funcionar, y la placenta sigue desarrollándose para cubrir todas las necesidades de tu pequeño, una fase que durará seis semanas.

Ahora puede levantar la cabeza y separar la barbilla del pecho ya que su cuello se ha alargado. Algo que también han hecho sus brazos, que podrá situarlos delante de su cara sin ningún tipo de problemas.

¿Notas ya como empieza a emerger tu barriga? No esa de la etapa en la que parece que sólo has engordado, no, si no la barriga de embarazada.

Prepárate, ahora ya no parará de crecer.

Cambios en la Mamá (semana 16)

Esto puede provocar fuertes estiramientos de la piel que podrían producirte picores en la zona o una mayor sequedad. No te olvides por lo tanto de seguir usando en esta etapa los aceites o cremas hidratantes recomendados para el embarazo.

La barriga no será lo único que empiece a aparecer durante esta semana, muchas mujeres expulsan calostro, la primera leche que echarán tus pechos durante la lactancia materna.

Cambios en el Bebé (semana 16)

¿Tienes un aguacate en casa? Míralo, ese es el tamaño aproximado de tu niño en la semana 16 de embarazo. Casi 12 centímetros de longitud es lo que mide ya de la cabeza a las nalgas. Su peso no se queda atrás, ya es de 100 gramos, aunque aún tiene poca grasa debajo de la piel en esta época. Por otro lado esta es la primera vez, en todo el embarazo, que el cuerpo es más grande que la cabeza de tu bebé.

Tu bebé no se aburre en la barriga, en la semana 16 de embarazo, las articulaciones de sus brazos y piernas ya funcionan a la perfección por lo que ya puede chuparse el dedo, patalear sin parar y, lo que es mejor, hacer muecas gracias al gran desarrollo de sus músculos faciales. ¡Ahora incluso podría estar frunciendo el ceño!

Respecto a los cambios de este periodo, en su cerebro se están formando las células nerviosas, aunque aún es muy pronto para que haya actividades neuronales. Su intestino está también muy inmaduro, por lo que de momento sólo se encarga del pequeño líquido amniótico que traga tu pequeño. Su piel sigue siendo muy transparente.

Ahora sí, tu barriga de embarazada ya es visible para todo el mundo.

En su crecimiento, el útero, está empujando al resto de tus órganos para ir haciendo sitio poco a poco.

Cambios en la Mamá (semana 17)

A medida que crece tu barriga es posible que aparezca en medio de tu vientre una línea oscura y colocada de manera vertical. Se trata de un fenómeno muy común entre las embarazadas, la línea nigra. Generalmente se notará más si tienes piel oscura y su aparición se debe a los cambios de pigmentación de la piel que se producen durante el embarazo,

Por otro lado, a estas alturas del segundo trimestre, puede que ya hayas empezado a notar que tu líbido ha vuelto. La falta de síntomas, cansancio o pesadez, ayuda a ello. Disfrútalo, en esta etapa aumenta el riego sanguíneo a la zona pélvica y existe una mayor lubricación. Esto provocará que tengas más excitación durante los juegos preliminares y llegues con mayor facilidad al orgasmo.

Cambios en el Bebé (semana 17)

El tamaño de tu bebé alcanza en la semana 17 de embarazo los 13 centímetros desde las nalgas hasta la coronilla y pesa 130 gramos.

Poco a poco comienza a practicar los ejercicios respiratorios y su boca se abre y se cierra a menudo. Ahora ya puede bostezar, tragar e hipar regularmente. Sus pulmones empiezan a crecer y además ya han aparecido del todo sus papilas gustativas, aunque aún no ha desarrollado el sentido del gusto.

Su piel sigue siendo transparente y tiene poca grasa debajo, por lo que en esta semana es normal que puedan verse los vasos sanguíneos del bebé bajo la piel.

Su cerebro sigue perfeccionándose y ahora ya tiene formados los circuitos básicos, esto provoca que sienta las partes de su cuerpo o note su posición. Además de no parar ya en tu barriga, pataleando o dando volteretas, ya sabe que prefiere posiciones como reposar sobre su costado en vez de sobre la espalda. Hasta domina el arte de mover los dedos de los pies.

Esta semana puede ser de las más importantes en el embarazo. Es a partir de ahora cuando podrás empezar a notar ¡los primeros movimientos de tu bebé!

Al principio, sobre todo si eres primeriza, cuesta sentirlos. Para que te hagas una idea, muchas mujeres dicen que sienten una especie de burbujeo o aleteo de mariposa en la barriga. Generalmente si estás en movimiento aún no los sentirás, así que búscalos, túmbate en el sofá y relájate.

Si tomas algo dulce esto hará que tu bebé esté más activo. Espera, es cuestión de días para que sientas, por primera vez, y de verdad, que algo está creciendo dentro de ti, tu hijo. De ahí a que empieces a notar sus patadas y codazos, no queda nada.

Cambios en la Mamá (semana 18)

Respecto a tu cuerpo, continúan los cambios. Poco a poco verás como los Kilos se van haciendo con la báscula. Muchas mujeres donde más notan esta subida de peso es en los pechos, pero también se debe al aumento del volumen sanguíneo, el líquido amniótico, la grasa y el crecimiento del útero.

Controla lo que comes, ahora deberás engordar entre medio Kilo y un Kilo por semana hasta el final del embarazo.

Cambios en el Bebé (semana 18)

Tu bebé esta semana mide más de 14 centímetros de la coronilla a las nalgas y pesa 190 gramos. Debido a que sus movimientos son más fuertes y vigorosos, pronto podrás sentirlo en tu barriga.

A la vez que tu pequeño se desarrolla, crece la placenta para aportar todas las necesidades nutritivas que necesita. Esta es la primera vez que tu hijo es más grande que la placenta, una situación que ya no variará en lo que queda del embarazo. A pesar de ello seguirá evolucionando a una nueva etapa en la que se volverá más fina.

Los pulmones siguen su desarrollo esta semana, ahora tu bebé ya tiene bronquios y tráquea, y sus órganos reproductores se están formando tanto interna como externamente.

Tu barriga sigue en crecimiento y ahora la parte superior del útero ya está a la altura del ombligo. Sigue realizando a diario todos los cuidados de tu piel.

Usa una crema especial antiestrías en la zona del abdomen o bien aceites corporales de almendras dulces o rosa de mosqueta. Un síntoma claro de que tu piel no está hidratada es la aparición de picores en la barriga.

Recuerda: Viste ropas suaves, usa sin pensártelo tus cremas y si puedes date un buen baño de avena con el agua templada, calmará tu piel.

Cambios en la Mamá (semana 19)

Debido al aumento de sangre en tu cuerpo es posible que ya hayas empezado a notar varices. También produce su aparición la hormona relaxina, la misma encargada de ablandar los ligamentos, entre otros, de tu útero, y que a la vez ablanda los vasos sanguíneos.

Para solucionarlo deberás cambiar algunos hábitos. No deberás permanecer de pie o sentada durante mucho tiempo, varía la posición a menudo. También deberás empezar a hacer ejercicio diario, sobre todo cardiovascular.

Cambios en el Bebé (semana 19)

¡Cómo crece el bebé! Esta semana mide tanto como una mango, 15 centímetros de la coronilla a las nalgas, y pesa aproximadamente 240 gramos.

A pesar de su progresivo desarrollo, tu pequeño aún es muy delgado, pero estos días la grasa empezará a asentarse bajo su piel.

Esta semana sus dedos ya han completado su desarrollo y será a partir de ahora cuando comiencen a formarse las huellas digitales en las manos y en los pies. Sus párpados siguen cerrados, aunque sus ojos ya empiezan a realizar algunos movimientos esporádicos. No será hasta la semana 26 cuando los abra dentro de la placenta.

A lo mejor si has tenido suerte has podido ver en la segunda ecografía del embarazo a tu hijo bostezando o hipando, dando vueltas, girando y dando patadas. Está claro que está feliz en tu barriga. Ponle música alta, muchas madres aseguran que sus hijos mueven sus brazos o piernas al ritmo de la música. Lo que está claro es que ya desde ahora empezará a reaccionar ante sonidos fuertes que incluso podrían llegar a sobresaltarle.

Has llegado a la mitad de tu embarazo… ¡Enhorabuena! Sigue disfrutando porque aún estás en los mejores momentos de estos nueve meses. Dentro de nada la barriga o el cansancio, entre otras muchas cosas, pueden que te hagan desear volver a estos momentos, así que saborea cada instante.

Si aún no has notado los movimientos de tu bebé estate atenta porque ya no deben tardar mucho. Trata de estar acostada y concentrada, tómate una bebida fría y sobre todo dulce y espera. Como ya comentamos en otras semanas, tendrías que sentir como un leve cosquilleo o aleteo. Al principio es fácil confundirlo con gases, pero en poco tiempo sabrás definir claramente los movimientos de tu hijo.

Cambios en la Mamá (semana 20)

Por lo demás, al ir creciendo tu vientre puede que empieces a tener problemas de acidez y ardor de estómago. Son debidos a la presión que el bebé ejerce en el estómago al ir creciendo y también a que la válvula de la parte superior del estómago se ablanda con las hormonas del embarazo. Trata de comer comidas más ligeras, mastica bien, y sobre todo no te acuestes inmediatamente tras las comidas.

Un Remedio: Si aún así no se te pasa prueba a tomar un vaso de leche, es buena para evitar la acidez.

A estas alturas seguramente empezarás a sentirte más cansada cuando te pasas mucho tiempo de pie. Esto es debido al aumento del abdomen, pero también al cambio del centro de gravedad de tu cuerpo. Trata de mantener de vez en cuando los pies elevados y descansar y sentarte cada poco tiempo

Cambios en el Bebé (semana 20)

Tu pequeño ha alcanzado esta semana el tamaño de un melón amarillo pequeño, aproximadamente mide casi 15 centímetros de la coronilla a las nalgas y pesa 300 gramos.

A estas alturas los movimientos de tu bebé aún son reflejos, pero, por ejemplo, es capaz de retorcer los dedos de los pies e incluso gracias a una mayor flexibilidad puede introducirse los pies en la boca.

Sus párpados y cejas ya está bastante desarrollados y son visibles en la semana 20 del embarazo. En una etapa más inicial, la de primordio, están los dientes. Tanto los definitivos como los de leche se han situado ya debajo de las encías.

Sus miembros empiezan a estar más proporcionados, en su cavidad abdominal ya se han instalado a la perfección los intestinos, el hígado y el estómago. Su columna vertebral está recta, algo que podrás observar con claridad en la segunda ecografía del embarazo.

Finalmente es en esta semana cuando la piel de tu bebé se cubre de un pelo muy fino denominado lanugo. Cabello que desaparecerá poco tiempo después de nacer.

Tras pasar el ecuador del embarazo empezarás a tener más consultas con tu comadrona o médico de cabecera cada mes.

Ejercitarse diariamente tiene que formar de tus rutinas diarias, pero no olvides que debe hacerse poco a poco. Corres mayor riesgo de lesionarte debido a que los ligamentos durante el embarazo son más laxos.

Recuerda: Realiza ejercicios de poco impacto, como el yoga, la natación o caminar. Habla con tu médico antes de comenzar un programa de ejercicios mientras está embarazada.

Cambios en la Mamá (semana 21)

Es probable durante el segundo trimestre tener más flujo del normal. Es algo habitual, sólo deberás avisar a tu matrona o incluso acudir enseguida al médico en el caso de que éste tenga un olor fuerte, no sea claro, se vuelva amarillento o verdoso, sea más espeso o tengas picores.

¿Ha hecho su aparición el dolor de espalda? El aumento de peso de tu pequeño y el estiramiento de los ligamentos pueden provocar en muchas mujeres embarazadas dolores en la espalda, entre ellos la tan temida ciática. Si el dolor es insoportable debes acudir a tu médico, pero en casa también podrás hacer algunos cambios que te ayudarán a mejorar este problema.

Consejo: Pon calor en la zona, date un masaje de vez en cuando y estate atenta de mantener una postura correcta.

Cambios en el Bebé (semana 21)

Casi 27 centímetros es lo que mide tu bebé desde la coronilla a las nalgas en la semana 21 del embarazo, el tamaño de una papaya. Su peso sigue aumentando, ahora ya es de 360 gramos.

A estas alturas de la gestación tu pequeño ya traga asiduamente líquido amniótico y las puntas de los dedos de los pies y manos comienzan a cubrirse de uñas. Aunque tranquila, no se puede arañar gracias al vérnix caseoso, una sustancia grasienta y blanca que recubre su piel.

Sus movimientos son aún reflejos, pero ahora puede tener sensaciones como las de dolor, temperatura o la presión ya que el cerebro está empezando a captar señales eléctricas.

En la semana 21 los ojos de tu hijo siguen cerrados, en realidad es un acto de protección del propio cuerpo, así no podrá dañarse los ojos con los dedos de las manos y los pies. Pero eso sí, ya es capaz de notar la luz y la oscuridad.

Es probable que ya hayas conocido el sexo de tu bebé si así lo deseabas. A estas alturas sus órganos reproductores aún se están desarrollando pero las diferencia de sexo en los genitales son obvias en esta semana.

Durante la semana 22 de embarazo sentirás los primeros movimientos del bebé. Puede que ya los hayas notado anteriormente, pero será durante esta semana cuando más se acentúen. ¿La razón? Que tu bebé comenzará con las famosas patadas.

Cambios en la Mamá (semana 22)

Tu peso aumentará, al igual que tu tripa. Tu útero se ha ensanchado mucho, ahora te llega hasta el ombligo. Tu corazón latirá más deprisa y respirarás más profundamente. La fatiga y el dolor de espalda pueden acentuarse. A partir de ahora te sentirás cansada aunque hayas dormido lo habitual.

Es probable que aparezcan estrías en tu piel. Pueden darse en los pechos, en las nalgas, en el abdomen y en las caderas. Esto es lógico. Tu cuerpo se está estirando para hacerle sitio al bebé. Tu ombligo saldrá hacia fuera. Las muñecas y los tobillos pueden hincharse provocando hormigueos en manos y pies.

Cambios en el Bebé (semana 4)

En la semana 22, el feto se desarrolla notablemente. Aunque no lo percibas, tu bebé está haciendo grandes progresos. Durante estos días adquiere el sentido del gusto y del tacto. Se forman sus papilas gustativas, a la vez que su cerebro ya responde a los estímulos táctiles. Incluso puede experimentar cambios en el estado de ánimo.

El feto mide entre 20 y 30 centímetros de media, y tiene un peso que ronda los 350 gramos. Si es niño, sus testículos comenzarán el descenso desde el abdomen hasta el saco escrotal. Y si es niña, su útero y sus ovarios ya se encuentran plenamente desarrollados. Los párpados ya están formados, así como las uñas y las cejas.
Tu bebé sigue haciendo su “gimnasia”, se mueve cada vez más. Ahora empezará a dar patadas.

Los primeros meses del embarazo suponen un importante cambio hormonal que crea infinidad de molestias en el cuerpo de la madre.

La semana 23 supone un periodo donde las embarazadas se encuentran con mucha energía, con menos malestares que en los anteriores meses y donde el abdomen aún no es lo suficientemente grande como para ser incómodo.

Cambios en la Mamá (semana 23)

Es normal que durante el primer trimestre de embarazo se padezcan continuos dolores de cabeza, debidos a los cambios hormonales y en la circulación. Si éste es su caso deberá saber que a partir de la semana 23 se verán reducidos considerablemente.

En esta semana, el abdomen ya habrá llegado a la altura del ombligo y puede que esta tirantez en esta zona ocasione dolores. Durante esta semana son normales también los picores en la barriga, debidos al agrandamiento del útero y al estiramiento que ello produce.

El grado de agrandamiento del útero en la semana 23 hará que empuje a los pulmones. Esto podría provocar que las embarazadas se cansen con facilidad y les cueste respirar. Debido a esto puede que también se den casos donde sea especialmente difícil conciliar el sueño.

Durante esta semana suele pasar además que las embarazadas se encuentren más olvidadizas. Su concentración en el desarrollo y cuidado del bebé llega a tal punto que es normal que descuides otras tareas.

Cambios en el Bebé (semana 23)

Con veintitrés semanas de desarrollo, el bebé alcanza los 28 centímetros y los el medio kilo de peso, aproximadamente. Aún posee una apariencia arrugada y puede presentar ya pelo en la cabeza. La piel sigue siendo tan fina que el sistema circulatorio se sigue transparentando, por lo que tiene todavía cierto aspecto rosado.

El cerebro continúa su desarrollo en la semana 23 de gestación. Mientras, los sistemas digestivo, respiratorio y circulatorio se preparan para su funcionamiento fuera del útero materno.

A partir de esta semana el bebé se encuentra especialmente activo. Se mueve mucho en los periodos en los que permanece despierto.

A medida que pasan los días, tu útero se va dilatando. Puedes notar que se ha colocado unos 2-3 cm por encima de tu ombligo.

Es muy habitual que sufras dolores en tu abdomen, espalda y pelvis. Como tu piel se encuentra en continuo crecimiento, aumentará la picazón en el abdomen y en los pechos.

Cambios en la Mamá (semana 24)

Puedes experimentar sensaciones de acaloramiento y cansancio, en especial cuando realices ciertas tareas de tu vida cotidiana. Incluso, te puede costar respirar y notarás que tu ritmo cardíaco aumenta. Ello es debido a que tu corazón y tus pulmones están trabajando a doble rendimiento.

Es posible que aumente tu temperatura corporal e incluso que notes que sudes más de lo normal. En cuanto a tu cuerpo en general tiende a ensancharse más, por la acción de las hormonas que provocan que los ligamentos vayan aflojándose. Es muy común que tengas problemas para calzarte, puesto que los huesos de los pies se van separando. Puedes notar también sensación de sequedad en los ojos e incluso que tus ojos estén irritados.

Cambios en el Bebé (semana 24)

La longitud del feto alcanza ya los 24 o 27 cm. Su peso puede oscilar entre los 560 y los 680 gramos. Sus proporciones se van asemejando a las de un bebé. En las ecografías observarás que su cabeza no resulta ya tan grande en comparación con otras partes del cuerpo. Tanto su cerebro como sus pulmones han evolucionado bastante, así como la piel que ya no es transparente.

En ocasiones notarás que tiene hipo. Aunque la vista todavía no se ha desarrollado, puede abrir y cerrar los ojos. El resto de los sentidos ya casi se han desarrollado por completo. Puede percibir lo que ocurre a su alrededor. Empieza a acostumbrarse a ciertos olores o sabores que le llegan a través del líquido amniótico. También empieza a habituarse a los ruidos y voces de su entorno.

Entrada la semana 25 de embarazo es común que se produzcan ciertos cambios en el cuerpo de la mamá como hinchazón en los tobillos y pies al estar mucho tiempo de pie, también puede producirse hinchazón en la cara o en las manos.

¡Ánimo mamá valiente! ¡Ya queda menos para ver a tu bebé!

Cambios en la Mamá (semana 25)

En cuanto al vientre, al presionar el útero al estómago puede generarse una sensación de ardor ya que la parte inferior del esófago no logra cerrarse del todo. Otro de los síntomas presentes en esta etapa son los gases que pueden generar molestias o dolor en el estómago, por ello es importante evitar las gaseosas.

Durante la semana 25 de embarazo ya se podrá notar un volumen considerable en su vientre, lo que provocará que el peso que lleva cambie su manera de caminar. Para evitar los dolores de espalda es importante que pueda tener una buena postura en todo momento y utilice un calzado cómodo.

Otros de los cambios que pueden producirse en la mamá durante esta semana son: congestión en los orificios nasales, erupciones en la piel, secreciones vaginales de las cuales no deberá preocuparse y hemorragias en la nariz o encías.

Cambios en el Bebé (semana 25)

Su medida durante esta etapa debería ser entre los 22 y 28,5 cm y el peso de entre 600 y 800 gramos. Durante la semana número 25 el bebé continuará creciendo constantemente, oirá sonidos provenientes del exterior y de su propio cuerpo a los que responderá con pequeñas patadas o movimientos.

Su cuerpo ya se estará formando casi completamente teniendo el aspecto de un niño recién nacido, ya cuenta con pestañas, su cabello posee color y textura, pudiendo cambiar durante los primeros meses de vida. En cuanto a los ojos aún no poseen un color definido debido a la falta de luz en la pigmentación.

Es posible que hasta ahora sólo tú y los más allegados hayáis notado los cambios físicos del embarazo, de los cuales destaca por encima de todos el aumento de tamaño del vientre.

Ese aumento va a llamar la atención de muchas personas que, hasta ahora, no te habían dicho nada. Puede que no pertenezcan a tu círculo íntimo de relaciones, pero si te dicen algo, aprovecha para hablar y descubrirás que todo el mundo quiere darte consejos. Diviértete y acéptalo con humor.

Cambios en la Mamá (semana 26)

Esa tripa también va a darte un poco la lata. Por las noches ya no va a ser tan cómodo dar vueltas de un lado para otro. Y si duermes boca abajo, tendrás que aprender a hacerlo en otra postura.

Un síntoma menos visible pero más molesto es el de la sudoración, debido al incremento de la retención de líquidos. Muchas mujeres sienten un cierto ardor en la cara o en todo el cuerpo, así que no te extrañes porque es normal. Bebe de forma abundante, aunque sin obsesionarte por ello.

Cambios en el Bebé (semana 26)

Los cambios que experimenta tu bebé en esta semana con fascinantes. Para empezar, en estos momentos va a abrir sus ojitos al mundo. Estamos de acuerdo en que se trata de un mundo limitado a la tripa de su mamá, pero es un mundo maravilloso para ellos, al que llega cierta luz a través de la piel y el útero, además de un increíble número de ruidos y sonidos misteriosos, como los latidos de tu corazón, que irán entrando en su cerebro.

Si pudieras verle, te darías cuenta de que por fuera está casi plenamente formado. Es por dentro en donde todavía necesita muchos ajustes. Sus pulmones son todavía una promesa de lo que llegarán a ser y el cerebro necesita aún mucho desarrollo.

La semana 27 del embarazo es la que marca el inicio del tercer trimestre. A partir de aquí, los cambios hormonales son cada vez más frecuentes y notorios.

Esto puede conllevar algunos cambios de humor, por lo que es conveniente tratar de mantener un ritmo de vida estable y rodearse de aquellos seres apreciados.

Cambios en la Mamá (semana 27)

Síntomas destacables que pueden producirse durante esta semana son la hinchazón de pies y la aparición de estrías en el vientre y el pecho. Si la hinchazón se prolongara durante mucho tiempo, lo mejor sería visitar un especialista. El peso también irá aumentando gradualmente hasta después del parto.

Algunas mujeres –no todas- sienten las denominadas contracciones Braxton Hicks. Se trata de encogimientos que experimenta el útero a partir de la sexta semana pero que empiezan a notarse a partir de la 27 o 28. Es algo normal, aunque es preferible acudir a un médico si se sienten más de 5 en una hora.

Cambios en el Bebé (semana 27)

En esta semana el bebé suele alcanzar una longitud de 35 cm y un peso de 1 kg. Durante este último trimestre crecerá aún unos 15 cm y triplicará su peso.

Este tramo de embarazo es especialmente entrañable ya que se pueden empezar a percibir algunos signos claros de vida en el feto como el latido del corazón o el hipo.

Pese a que el bebé consigue oxígeno a través del cordón umbilical conectado a la placenta, ya empieza a realizar un movimiento recurrente de pulmones y diafragma.

Además, también se establecen los primeros ciclos de vigilia y sueño del hijo. Sigue durmiendo una parte mayoritaria del tiempo, pero se muestra más activo en determinados momentos del día. El pequeño se parece cada día más a una personita.

Nos acercamos a los 7 meses de embarazo y supone ésta una etapa clave en el desarrollo del bebé.

Muchos de los cambios que suceden durante esta semana del embarazo serán definitivos.

Cambios en la Mamá (semana 28)

El feto se encuentra en un estadio bastante avanzado de su desarrollo y eso se nota. La piel de tu abdomen comienza a estirarse considerablemente y tu útero continúa alargándose en preparación para traer a tu bebé al mundo.

Es posible que durante esta semana aparezcan los síntomas del síndrome de las piernas inquietas: un hormigueo en las piernas que durante la noche te impida dormir con absoluta relajación. Se debe al crecimiento y movimiento del bebé en tu interior. No es preocupante, aunque conciliar el sueño pueda complicarse.

Por otro lado, pueden aparecer síntomas de ardores y acidez puesto que el bebé en su crecimiento desplaza ligeramente el estómago y el intestino, facilitando de esta forma el paso de los jugos gástricos al esófago.

Cambios en el Bebé (semana 28)

El desarrollo de su sistema nervioso llega a su punto culminante. Durante la semana 28 del embarazo su sistema nervioso se conformará completamente y quedará preparado para el nacimiento.

Este desarrollo definitivo explica algunos cambios fundamentales en el bebé. Y es que durante esta semana los bebés empiezan a reconocer la voz de la madre, punto clave para cuando nazca; la música afecta a su estado de ánimo de tal manera que la música clásica puede tranquilizarlo, mientras que otra más animarla puede llegar a excitarlo; y los estudios verifican que el primer recuerdo del bebé aparece, precisamente, durante esta semana.

Además, el bebé debe rondar el kilogramo de peso y continúa acumulando grasa bajo la piel. Una grasa que le prepara de cara al nacimiento. Del mismo modo, uno de los cambios más emocionantes es que empiezan a abrir y a cerrar los ojos, que ya cuentan con pestañas, aunque todavía no puedan ver.

A partir de este periodo comienza la etapa de mayor aumento de peso, tanto para el niño como para la madre.

Es posible que en los últimos tres meses el engorde sea de unos cinco kilos, y se aumente de peso 500 gramos por semana. Es normal que los cambios hormonales empiecen a variar de forma semanal.

Cambios en la Mamá (semana 29)

Otros fenómenos totalmente naturales, que no deben causar alarma, son la aparición de estrías en los pechos y en la barriga y la hinchazón frecuente de los tobillos. En este último caso, es mejor consultar con el médico que esté siguiendo el embarazo si la hinchazón tarda mucho en desaparecer, o si aparece en la cara.

Como puedes apreciar, seguimos con los mismos síntomas que la semana anterior. Paciencia

Cambios en el Bebé (semana 29)

A estas alturas el estado de desarrollo del feto está ya muy avanzado. El niño ha aprendido cómo moverse y recolocarse para su mayor comodidad, y sus cinco sentidos están activos y funcionando. En esta época va a empezar a darse la vuelta para apoyarse en el cuello del útero de la mamá: lo hace para reposar más cómodo. Al moverse, dará pataditas en las costillas.

El cerebro del bebé, con 29 semanas, está ya muy desarrollado. Aunque sigue necesitando el calor del cuerpo de su madre, empieza a poder regular la temperatura corporal de su propio cuerpo. El sistema nervioso sigue madurando y preparándose para la vida independiente, desarrollando células cerebrales.

En cuanto al peso y la longitud de un niño en este periodo, la media suele estar en torno a los 1.200 gramos y los 42 centímetros de la cabeza a los pies (unos 35 centímetros si medimos de la cabeza a las nalgas).

A estas alturas, lo normal es que la madre haya subido entre 11 y 15 kilos con respecto a su peso antes del embarazo. En esta época, la pelvis y la cadera se ensanchan para dejar más espacio al niño.

La cabeza del bebé va a presionar sobre la vejiga de su madre, con lo que es normal sentir la necesidad de orinar cada vez con más frecuencia.

También pueden escaparse pequeños chorros de orina al reírse o al toser: es perfectamente normal. Se notará, también, que los tobillos se hinchan un poco, sobre todo después de un día caluroso o tras pasar muchas horas de pie.

Cambios en el Bebé (semana 30)

En esta época, el bebé ha aumentado de peso, hasta aproximadamente 1,35 kg, al mismo tiempo que ya cuenta con algo más de 39 centímetros. Un cambio reseñable es que es en este momento en el que empiezan a desaparecer las arrugas que tiene en la piel: la grasa que almacena bajo la piel ya se almacena satisfactoriamente.

Los huesos ya están desarrollados, pero se mantienen, por el momento, blandos y flexibles. Con el objetivo de aumentar su firmeza, la fisiología del bebé comienza a almacenar elementos esenciales para el esqueleto adulto como el hierro, el calcio y el fósforo.

Sin embargo, el paso más importante que podemos observar en la maduración del bebé es que su sistema nervioso comienza a funcionar, y empieza a escuchar los sonidos de baja frecuencia. En concreto, puede oír el latido del corazón de su madre, una fuente de ruido que se acostumbrará a oír. La frecuencia de su ritmo cardíaco, que podrás escuchar si se lo pides a tu médico, llega a los 160 latidos por minuto, el doble que el de un adulto.

En esta semana pueden producirse contracciones, pero no te asustes, si no superan las cinco contracciones por hora no tienes de que preocuparte.

La barriga al alcanzar su tamaño máximo puede ser un gran estorbo para descansar.

Recuerda: Utiliza mantas, sábanas o almohadas para colocarte en la posición que encuentres más cómoda.

Cambios en la Mamá (semana 31)

Si no has empezado a manchar ya, este es el momento. Tus pechos comenzarán a producir calostro, que es como se denomina al líquido que produce el pecho antes de empezar a producir la leche.

Os comentaba arriba que el tamaño de la barriga puede ser ya considerable, y no solo tiene repercusiones a la hora de coger la postura, si no que tus órganos internos también lo notan. Al estar más presionado, tu estómago tendrá menos volumen y deberás hacer muchas comidas al día, pero de muy poca cantidad.

Engordarás a un ritmo de medio kilo semanal, lo que es normal estando tan cercano el embarazo, si sufres ardores, reflujo o cualquier molestia estomacal, acude al médico para buscar una solución.

Cambios en el Bebé (semana 31)

En esta semana del embarazo el bebé sufre un crecimiento muy rápido dada la inminencia del parto, y todos sus sistemas están casi listos.

Sus pulmones terminan de formarse, aunque todavía no están listos para el mundo exterior, por lo que si las contracciones sobrepasasen el límite establecido, el médico procuraría reducirlas con fármacos.

Dentro de tu cuerpo, el bebé elimina alrededor de medio litro diario de orina al líquido amniótico, por lo que tu médico querrá tener controlado el volumen de dicho líquido para hacer el seguimiento de los riñones del bebé.

Y hay una noticia que ilusiona a muchas madres por lo que conlleva, ¡el bebé ya puede ver! En esta semana su sentido de la vista deja de distinguir solamente entre luz y oscuridad y empieza a percibir su alrededor.

Pronto estará maduro su sistema digestivo ¡ya falta poco!

Quedan apenas ocho semanas para el parto, por lo que tanto tu cuerpo como el de tu pequeño ultiman sus preparativos para tan aguardado momento.

¿Estás preparada para ser la mejor mamá del mundo?

Cambios en la Mamá (semana 32)

A estas alturas notarás como tus pechos se hinchan y empiezan a preparar la leche que ha de alimentar a tu bebé. No te asustes si, esporádicamente, ves brotar líquido de ellos: se trata del calostro, una sustancia que ha de servir de alimentación al bebé hasta que tu cuerpo esté preparado para fabricar leche.

Debido al considerable tamaño que alcanza ya tu vientre, puedes sentir dificultades para descansar o conciliar el sueño. Además, notarás cambios en tu respiración que se hará más pesada y con un ritmo más lento, consecuencia de la nueva colocación del feto (muy próximo a tus pulmones). Asimismo, es habitual que se produzca hinchazón en las piernas o que presencies la aparición de tus primeras varices

Por otra parte, la presión que el útero ejerce sobre la vejiga urinaria hará que sientas frecuentes ganas de orinar e incluso podrías experimentar esporádicamente algunas pérdidas de orina.

Cambios en el Bebé (semana 32)

El ansiado alumbramiento está cada vez más próximo. Muchos médicos y científicos apuntan a que el bebé puede empezar a construir ya sus primeros recuerdos, puesto que su cerebro y desarrollo mental son muy similares a los que presentará en el momento del nacimiento.

En esta etapa terminan de formarse las uñas de tu pequeño que, con un peso aproximado de 2 kg., alcanza una media de 47 centímetros. Sin embargo, el aparato respiratorio del feto aún debe madurar de cara a la etapa final de la gestación.

En la semana 33 de embarazo es bastante habitual que aparezcan contracciones un poco más fuertes de lo normal, si estas tornaran a una intensidad mucho mayor es conveniente realizar la visita al ginecólogo.

Es normal en este periodo sufrir de acidez de estómago, digestiones más pesadas y dificultad de respiración.

Cambios en la Mamá (semana 33)

Algunas madres en esta fase del embarazo sufren el síndrome del túnel carpiano, lo que les provoca una hinchazón de los nervios de las muñecas, sintiendo hormigueo, quemazón o incluso dolor agudo en muñecas y dedos de las manos. Estos síntomas están más presentes durante la noche y al levantarse.

La aparición de líquido en los senos también suele ser habitual en esta semana. Es el denominado calostro, el previo a la leche materna y es un síntoma de que el cuerpo de la madre se está preparando para la llegada del bebé. En ocasiones también es frecuente la presión por parte del útero del nervio ciático, lo que puede llevar a sufrir dolores de espalda y piernas.

Cambios en el Bebé (semana 33)

En este periodo se puede ver como el niño realiza movimientos rápidos con los ojos, lo que parece ser un indicador de que está soñando. Ya tiene sus cinco sentidos desarrollados por lo que empieza a ser consciente del mundo que le rodea y posee un gran desarrollo cerebral.

Aunque cada niño es diferente, es habitual que su peso esté en torno a los 2 kilos y mida algo más de 40 cm. En esta semana ya empieza a posicionarse cabeza abajo, apuntando a la pelvis de la madre y debido a su gran tamaño los movimientos son menores. Sus huesos y articulaciones son totalmente flexibles y los de la cabeza están aún sin soldar, para adaptarse al canal del parto.

Los pulmones del bebé están casi formados y debido al aumento de peso, su piel está más estirada. En las ecografías se puede ver como el niño bosteza y en ocasiones la madre notará como tiene hipo.

Conforme avanza tu embarazo vas percibiendo transformaciones en tu cuerpo, unas más llamativas que otras, pero todas encaminadas a asegurar el adecuado desarrollo de tu futuro bebé.

Ante todo, no debes asustarte por las habituales sensaciones de fatiga y cansancio que te invadan.

Cambios en la Mamá (semana 34)

Debes mentalizarte de la probable aparición de síntomas preparto y de hinchazón en la vulva, sin que ello señale que vayas a dar a luz de forma inminente, ya que, como sabes, el parto se espera entre las semanas 37 y 40.

Previsiblemente sientas sofocaciones o sufras mareos al incorporarte bruscamente, que podrán deberse a un bajón de azúcar en sangre o a padecer algo de anemia. Es relativamente frecuente experimentar el “síndrome hipotensivo supino” en posición apoyada de espaldas, por verse afectados la tensión y el ritmo cardíaco.

También debes esperar una respiración dificultosa y superficial, por la elevación de la posición de los órganos abdominales, así como cierta picazón en tripa, glúteos, pecho y muslos.

Cambios en el Bebé (semana 34)

Durante esta semana, tu futuro bebé, ya con unos 2,1 kilos y unos 45 cm, combina largos periodos de sueño con elevada percepción de estímulos cuando está despierto, ya que sus mecanismos cerebrales funcionan a gran ritmo. Continúa depositando grasa subcutánea y empieza a perder la fina capa de pelo que cubre su cuerpecito.

Sus órganos principales ultiman el desarrollo; en concreto, sus riñones ya expulsan orina al líquido amniótico y los pulmones van avanzando en su maduración.

Durante la semana 35 de embarazo la mujer experimenta nuevos cambios en su cuerpo. El útero alcanza un tamaño quince veces superior al normal y comprime los órganos internos.

Continúan la molesta necesidad de orinar, problemas en el sistema digestivo y de acidez.

Cambios en la Mamá (semana 35)

El feto comienza a encajarse y los cartílagos de la pelvis se expanden provocando en la futura mamá un ligero balanceo al caminar. Los genitales se inflaman, aumentan de tamaño y se producen molestias y calambres vaginales. La mujer nota un cansancio generalizado y dificultad a la hora de respirar.

La piel del abdomen se estira tanto que el ombligo termina sobresaliendo. Los pies y tobillos se hinchan de forma constante debido al sobrepeso y aparecen varices en las piernas. Las hemorroides pueden hacer acto de presencia y el cabello suele tener un aspecto saludable debido a los cambios hormonales.

Cambios en el Bebé (semana 35)

A estas alturas del embarazo el bebé está desarrollado físicamente por completo. Pesa alrededor de 2,5 kilos y mide unos 45 centímetros. Los riñones y el hígado inician su actividad y los pulmones maduran en su totalidad gracias al surfactante que secretan los alvéolos. Un cambio pulmonar que permitirá al bebé respirar fuera del útero.

En el cerebro del feto se han generado billones de neuronas y trillones de conexiones y el sistema nervioso está a punto de completarse.

El lanugo que lo recubre empieza a caerse y la piel adquiere un bonito color rosáceo. Las uñas le crecen hasta la punta de los dedos y el pabellón superior de la oreja comienza a curvarse.

Las reservas de glucógeno y grasa del bebé aumentan, aparece el tono en los músculos y los huesos largos aceleran su osificación. En las niñas los labios menores se vuelven prominentes y en los niños los testículos bajan hasta el escroto.

En esta etapa final del embarazo, aumentará la frecuencia de las consultas a tu médico. El médico comprobará el grosor del cuello uterino y el nivel de dilatación por medio de un tacto vaginal

Cambios en la Mamá (semana 36)

El peso de la futura mamá ha aumentado unos 12 kg y es fácil que se sienta cansada. El bebé ocupa más espacio y oprime su vejiga, así como los pulmones y el estómago, por ello necesita orinar con frecuencia, respira con dificultad y quizás padece de acidez de estómago o malas digestiones.

La retención de líquidos es propia de estos momentos, por lo que es normal tener los tobillos hinchados. Como el bebé comienza a encajar su cabecita en la pelvis, caminar resulta cada vez más incómodo y las contracciones de Braxton Hicks más frecuentes. Estas no son ni regulares ni dolorosas, aunque endurecerán la tripa en ocasiones.

Aumentará el flujo vaginal y, debido a la sensibilidad del cuello del útero, puede observarse sangre tras mantener relaciones sexuales o someterse a un examen ginecológico. La piel está muy tensa en el abdomen, lo que puede provocar picores.

Cambios en el Bebé (semana 36)

Después de esta semana el feto estará totalmente desarrollado, y aunque naciera antes de tiempo ya no sería considerado prematuro. Los huesos del bebé han terminado su formación aunque son flexibles para adaptarse a la forma del cuello del útero en el parto. El sistema digestivo y los pulmones están aún madurando.

El bebé mide unos 45 cm y pesa casi 3 kg, además estará más gordito debido al aumento de grasa. Se muestra más rosado, el vello que lo cubre está desapareciendo y también la sustancia que protege su piel -vernix caseosa-. Ya tiene sus uñitas y comienza a inmunizarse recibiendo anticuerpos a través de la placenta.

Como dispone de menos espacio no se mueve tanto, y pronto bajará a la pelvis, aunque seguramente ya esté cabeza abajo.

El momento del alumbramiento se aproxima y los nervios de la futura mamá van in crescendo.

Diversos estudios y estadísticas demuestran que un porcentaje considerable de embarazos se producen entre la semana 37 y la 40.

El feto, preparado ya para el parto, se va colocando en el vientre materno.

Cambios en la Mamá (semana 37)

Cuanto más se acerca la fecha esperada del parto, más ansiosa se encuentra la madre. La mayoría de las mujeres muestran serias dificultades para conciliar el sueño puesto que el gran tamaño que llega a alcanzar su útero les provoca molestias de todo tipo. Son frecuentes en esta etapa el cansancio y la hinchazón o pesadez de extremidades,sobre todo inferiores, que se ven incapaces de soportar tanto peso.

La futura madre notará, además, contracciones cada vez más frecuentes (las denominadas contracciones de Braxton Hicks) acompañadas de dolor de carácter leve, de una intensidad similar al que se produce durante la menstruación.

Cambios en el Bebé (semana 37)

Llegados a este punto, el feto está totalmente formado y se encuentra listo para para el ansiado alumbramiento. El bebé se acomoda en el vientre materno buscando la posición idónea para venir al mundo (lo más habitual es que se halle cabeza abajo o incluso de espaldas).

El camino recorrido durante el embarazo afronta a partir de la semana 38 su última etapa.

Uno de los momentos más esperados por las futuras mamás que viven la antesala de ese ansiado encuentro con su bebé.

Cambios en la Mamá (semana 38)

La entrada en esta semana suele llegar acompañada, en términos generales, de una mayor sensación de pesadez y cansancio. A nivel interno, el cuerpo de la mujer comienza a prepararse para el alumbramiento y es por ello que el cuello del útero empieza a dilatarse y a acortarse, fruto de que el bebé afianza posiciones en su descenso.

Este movimiento responde al proceso denominado como encajamiento que, en este momento de la gestación comienza a consolidarse con la colocación de la cabeza del bebé en la parte inferior de la pelvis. Un nuevo paso que se traduce, en muchas ocasiones, en una mayor presión en la zona de la vejiga de la madre.

Cambios en el Bebé (semana 38)

La entrada en la semana 38 anuncia que el bebé ya reúne las condiciones necesarias para nacer. Aunque cada pequeño es único y son múltiples las variables que acompañan al embarazo, en esta fase suele alcanzar un peso que ronda los 2,7 y 3 kilogramos y una longitud de 50 centímetros, además de contar ya con una musculatura desarrollada, con unos niveles de grasa óptimos y unos pulmones preparados para respirar.

Lo primero que debes saber sobre la semana 39 de embarazo es que posiblemente no llegues a ella: un bebé nacido con 38 o incluso con 37 semanas de gestación estaría dentro de la normalidad.

Pero también es normal que la cosa se retrase un poco más, especialmente en el caso de las madres primerizas.

Cambios en la Mamá (semana 39)

Uno de los cambios que quizá experimentes es la hinchazón en tobillos y piernas. Es normal y suele aliviarse colocando las piernas en alto con frecuencia. Sin embargo, si la hinchazón se presenta en los brazos y manos o en la cara, puede ser un síntoma preocupante y deberías ponerte en contacto con tu ginecólogo enseguida.

Pero los principales cambios que debes esperar son los que anuncian el comienzo del parto, como la expulsión del tapón mucoso, de aspecto gelatinoso y sanguinolento, que suele preceder en un día al inicio del parto. También se puede presentar la rotura de aguas, con flujo abundante de líquido a través de la vagina.

El síntoma más claro suele ser la aparición de contracciones fuertes y regulares.

Cambios en el Bebé (semana 39)

Los cambios que el bebé experimenta en la semana 39 son casi exclusivamente de aumento de peso. En este momento mide alrededor de cincuenta centímetros. Sus órganos, especialmente los pulmones y el aparato digestivo, que todavía no han sido utilizados, ya están en condiciones de comenzar a funcionar de forma autónoma.

Como una preparación para la puesta en marcha del aparato digestivo, el bebé comienza a tragar líquido amniótico que dará lugar a una sustancia de color negro llamada meconio. Este constituirá la primera deposición del bebé después del nacimiento.

En la semana número cuarenta del embarazo, todo está listo para que el momento más importante del desarrollo se produzca: ¡el nacimiento!

Eso si se ha llegado hasta este punto y no ha nacido antes un pequeño impaciente.

Cambios en la Mamá (semana 40)

En este estado tan avanzado, es muy normal que la sensación de hinchazón haya llegado hasta el mayor límite, el pecho, el ombligo, la matriz, etc.

Al estar encajado y listo para salir, además de haber alcanzado su peso máximo, el bebé ejerce una presión en la vejiga que produce la necesidad de orinar con una gran frecuencia.

Además, el útero está ya bastante dilatado, dispuesto para el momento del parto.

Cambios en el Bebé (semana 40)

El bebé está completamente formado y listo para enfrentarse a la vida fuera del que ha sido su acogedor hogar durante los casi nueve meses que lleva existiendo. Su peso en condiciones normales rondará los tres o cuatro kilos, y su altura será de aproximadamente unos cincuenta centímetros.

Ya tiene pelo en la cabeza y sus unas estarán completamente formadas, incluso algo largas. Todos sus órganos internos están maduros, su corazón late con fuerza y sus pulmones están preparados para coger la primera bocanada de aire y no dejar de hacerlo durante muchos años. Lo único que recuerda a esa primera célula que maduró poco a poco es el cordón umbilical que lo une a su portadora.